No existe lo correcto o incorrecto en el mundo de la creatividad. Para un artista la clave está en no dejar que lo que dicen los demás se meta en tu cabeza, haciéndote pensar que deberías estar haciendo esto o aquello, o que tal vez lo estás haciendo mal. ¡Nada de eso importa! Lo que importa es el deseo de crear y poner el pensamiento en un lienzo y al final, estar satisfecho con el trabajo, y luego comenzar otro. Lo que importa es que a ti te guste lo que haces y luego, personas afines a ti seguirán tu trabajo. Recientemente oí la historia de una niña que estaba dibujando en su clase de arte de la escuela primaria y la maestra le preguntó a quién dibujaba. Ella respondió... estoy pintando a Dios. La maestra dijo, bien nadie sabe cómo realmente es Dios y la niña dijo... lo sabrán en pocos minutos. Esta es la parte más difícil de crecer, ser leal a nuestra propia creatividad como artistas.
Tina Palmer
Palmer pinta con pasión -a veces con profundidad, a veces con capricho y humor- y siempre con su anhelo de búsqueda por una emoción o estado de ánimo. Sus interpretaciones de paisajes, paisajes de nieve, playas y barcos, escenas de días de lluvia y lugares emblemáticos han atraído a coleccionistas de todos los Estados Unidos durante los últimos 17 años.
Nacida en Washington, DC, Palmer se interesó en la pintura desde muy temprana edad y siempre le llamo la atención ver a su padre pintar y dibujar. Estudió diseño gráfico antes de que las técnicas de diseño asistido por computador fueran incorporadas y la mayoría de los diseños eran hechos enteramente a mano. En su debut internacional en la Galería de Arte de la Asociación de Empleados del BID, Palmer presenta más de 15 nuevos trabajos y exhibe un espectro de obras en varios tamaños y estilos.